ESCRITOS & poemas

Escribir es reflejar lo que habita en lo profundo del alma. Pensar en algo o en alguien y escribirle, es llevarlo a nuestro corazón y volver a sacarlo al mundo traducido en palabras. Escribir es espontáneo, personal, íntimo. Y es bonito cómo las palabras nos devuelven al sentimiento creador cada vez que se leen. Podemos estar felices y sin embargo llorar de pena al leer un poema. Podemos estar tristes y sin embargo reír. Mis poemas nacen de reflexiones sobre personas, situaciones o sentimientos que han sido importantes en mi vida y me emocionan profundamente. Los cuentos, poemas infantiles y rimas, nacen del gusto por la pedagogía y como una manera cariñosa de aprender con los niños diversos temas.

Poemas

Te desafío, tiempo.

Me revelo a tu cadencia constante.
Renuncio a tu ritmo opresor.

Soñaré de día con los ojos abiertos
y disfrutaré el desvelo de una noche feraz.

Seré hoy joven de alma vieja
y ya senil me reiré de tu paso.

Te desafío, tiempo.

Me libero de tu sarcasmo.
Me burlo de tu irónico chantaje.

Aquí suelto las riendas de tu veloz corcel
para verte galopar por mi lado, sin mí.

Puedes tomar mi lozanía y mi esplendor,
me basta con la sabiduría que derrochas
como precio de tu inmortalidad.

Te desafío, tiempo.

No le temo a tu sentencia.

Mi segundero es el único dueño de la realidad,

y cuando él se detenga,

te regalaré mi eterna ausencia.

Maga,

Cuantas noches como días.

Horas sin minutos.

Instantes eternos.

Cuantos años fugaces pasaron por ti

Y se quedaron en otros.

Maga, Maestra.

Una vida haciendo vidas.

Alumbrando el miedo,

abrazando el frío,

cantando las penas,

acariciando el dolor.

Esperando paciente, el llamado del tiempo.

Maga, Maestra, Madura,

Un camino que no acaba.

Una voz que nunca calla.

Un alma que no muere.

Una estrella viva dentro de quien te nombra:

Maga, Maestra,

Madura, Mamá…

El misterio de la vida

me puso en tu camino.

Yo cambié tu rumbo

y tú trazaste el mío.

Ser sin sombra,

Artesano de vidas.

Artista de almas buenas.

Extraño personaje en una obra de iguales.

Al calor de tu sangre forjaste mi espíritu.

Me enseñaste que la vida

no es esto que se ve,

sino el canto que escuchamos

cuando las voces se acallan.

Y tú me cantaste tanto,

que cuando el tiempo nos suelte las manos y se cierre el telón,

nuestras almas bailarán unidas para siempre

 al compás de tus recuerdos.

Me gusta cuando llega la noche

y cubre con su manto tu armadura reluciente.

Así puedo sentirte más que verte.

Y así verte de verdad.

La oscuridad te invita a abandonarte.

Te susurra que el día se ha marchado

y se ha llevado su luz inquisidora.

Nadie te observa.

Solo yo, Te siento.

Siento retumbar tu corazón túmido de amor.

Siento tus manos fuertes acariciar  cuidadosas.

Siento como tu voz inquebrantable, se estremece.

¡Mi cómplice noche te desnuda!

Y tu interior se apacigua.

Y tu mar se calma.

Ahí estás, esto eres.

Perfectamente indefenso, sensible, frágil.

Mi hombre de la armadura de hierro y el corazón de oro.

Sólo yo te siento.

Te siento y enciendes mi corazón,

Arde este amor que

infatigable, va fundiendo tu coraza.

Y yo te haré  con ella una corona,

para que lleves

orgulloso de tu nobleza.

 

No se han creado

las palabras para nombrar este amor.

Amor mudo

Amor fuerte.

Energía transformadora,

 caricia, 

calor.

Es amor?

Calla.

Siente.

No hay respuestas.

Es amor.

ANDARÍN 

(En memoria de Rafael Di Domenico Nocera)

Ese agosto de hace tanto

 Se marcó con sello eterno

 Cuando bajó tu aurora

 A entibiar las frías almas.

 No había nunca aparecido

 En este mundo un personaje

 Tan pintón por ambos lados

 Sensiblero y gozador.

 Tantas vueltas que te diste Andarin

 Tantas huellas que dejaste por ahí.

 En cada esquina un confidente

 A cada cual su buen consejo

 Y si bacan o arrabalero

 Un amigo y nada más.

 Fuiste más que solo un hombre

 Hoy sigues siendo sin estar,

 Dejaste en tu camino

 Una enseñanza de bondad.

 Y entre epopeyas y cantares

 Soñaste un nuevo mundo

 Liberado de pavadas

 Solo amor solo razón.

 Tantas vueltas que te diste Andarin

 Tantas respuestas que buscaste por ahí.

 Descubriste los secretos

 De esta hipócrita carrera

 Que termina para todos

 Boca arriba y bien calla’os.

 Tantos años han pasado

 Desde ese otoño ladronzuelo,

 que se afanó en el viento

 tu suspiro del adiós.

 Y Seguro lo mandaron

 De allá arriba temerosos,

 Que contigo acá abajo

 Se les acababa el show.

ESCUCHAR TANGO «ANDARÍN»

40 VERSOS DE ESPERANZA

(PARA NO MORIR EN EL ENCIERRO)

Nos has llamado a un viaje inesperado.

Nos embarcaste sin equipaje en este acorazado

que navega por aguas tormentosas.

Y las armas a bordo no sirven para alejar tu peligro.

El antídoto es la soledad.

La soledad es el veneno.

¡Te crees tan listo!

Sagaz adversario que te ocultas

en lo que jamás destruiríamos.

Nos viste alimentarnos de soberbia y vanidad

y tu estrategia fue detener el mundo

que las cultivaba.

Sabías que le temíamos al silencio

y te llevaste el ruido para encontrarnos

con nuestras propias voces.

Descubriste que necesitábamos a otros

y nos aislaste para que confundiéramos

el sentido de nuestros días.

¡Podrías haber triunfado!

Pero olvidaste que somos

más que simple biología.

Ni dioses ni animales,

sólo humanos con un mundo

más allá de lo visible.

¡Allá habita la Esperanza!

Inestimable aliada que combate

el desaliento y acorta las distancias.

Tu escándalo la ha despertado,

pues dormía tan profundo que hasta

nosotros la habíamos olvidado.

No somos los mismos que embarcaste.

Hemos arrojado por la borda la carga innecesaria

 Y esperanzados nos unimos en esta batalla.

A pesar de tus golpes,

de tu resistencia

y de las vidas que has arrebatado,

 tu paso marcará un nuevo comienzo.

Los abrazos serán fuertes.

Las sonrisas sinceras.

Y los días vividos con el corazón.

Corre que el viento te llama!
Te cuenta que quiere jugar
Quiere que lo acompañes
Y que le ayudes a cantar.
 
Le gusta mover las hojas
Y las nubes desordenar,
Corre corre, que si te pilla
chascón te va a dejar.
 
Sabe que no puedes verlo,
Pero un secreto te voy a contar,
Si respiras muy profundo
Lo vas a poder atrapar.

 

La reina de la alegría
quiere salir a danzar,
no sabe cómo vestirse
¿Quién la puede ayudar?
 
¡Nosotras las mariposas!
Un vestido hemos de bordar,
con seda de mil colores
¡Para que la reina pueda bailar!
 
¡Nosotros los abejorros!
Polen fresco hemos de juntar,
así la reina coqueta
¡Sus mejillas va a espolvorear!
 
¡También nosotras las rosas!
Un perfume hemos de inventar,
para que todos se deleiten
sintiendo a la reina pasar.
 
Ya está vestida de fiesta
nuestra reina primaveral,
y el sol al verla tan linda
la ha querido acompañar.
 
Ahora los dos del brazo
se pasean sin cesar,
y la reina muy cariñosa
lo ha querido besar.
 
¡El rey sol se ha sonrojado!
Por sentirse enamorado.
Y en el cielo sus emociones
de colores ha pintado.
 
La luna algo celosa
ha salido a mirar.
Y se apura en avisarle
que ya se debe marchar.
 
La reina no se entristece
pues sabe que volverá,
y mañana muy temprano
con su luz la despertará.
 
 
 
 

Si con la muerte se pone fin a la vida,

no necesitamos la vida para existir.

 

Tú ya no vives, es cierto,

Pero existes.

 

Un pensamiento te invoca.

Una sonrisa te honra.

Un suspiro te habla.

 

Estás aquí.

En las hojas que refrescan,

en los troncos que sostienen,

en las raíces que nutren.

.

Tú ya no vives, es cierto,

Pero existes.

 

Deja que ese cuerpo abandone tu alma

como la crisálida abandona su manto para volar.

Vuela libre,

que el viento seguirá meneando tus recuerdos

entre los corazones que engendraste.

Todas las olas hermanas

a la carrera quisieron jugar,

quién llega primero  a la orilla!

Les dijo su padre mar.

 

El viento vino a ayudarlas

y un empujóncito les da.

La luna que es su gran madre

se pone grande a brillar.

 

Unas chocan con otras

apuradas por ganar!

Y las gaviotas que han visto todo

les advierten al pasar:

 

Esta es una carrera

que jamás ha de terminar

pues al llegar a la orilla

todo vuelve a empezar.

Hasta que un día
el tiempo la nombró hechicera
Y pudo hallar el filamento oculto
que asomaba de su corazón.

Con el vigor de su piel marcada
por el lenguaje de la vida,
Se atrevió a
tocar lo desconocido.

Su intuición le iba aclarando
la madeja del pasado
y lentamente deshacía los puntos
que aprisionaban a su alma aletargada.

Largas eran las hebras
de las culpas y temores,
tupido era el tejido de la inseguridad.
Pero fuerte era su espíritu ávido de libertad!

Reconoció el dolor
que antecede al nacimiento
Y en un grito que fue canto,
anunció, que ahora veía.

Entre sus dedos sostuvo
los hilos transformados
Y con sabiduría urdió un tamiz
para dejar escurrir lo superfluo.

Nunca más el aliento de otros
Empañaría su mirada,
Nunca más tejería nudos
Que refrenaran su ilusión.

Allí abandonaba  la coraza de
La incorrecta valentía.
Era hechicera,
y poseía la magia
de bailar al ritmo de su afán.

Que hermoso testigo mi cuerpo.
Templo de tantas pisadas.
Registro de aquellos que han caminado conmigo.
A ellos dedico mis marcas y mis surcos,
Sagradas huellas de que he vivido.


Hoy mi piel lleva estampada las letras de un canto
Escrito con el código del tiempo
En honor a esos momentos imborrables.
Momentos de risa fuerte, de llanto honesto,
Esfuerzo fértil y amor profundo.


Aquí estoy, unida a la rama del árbol de la vida,
Sintiendo poco a poco como madura mi espíritu.
Sabiendo que un día será tiempo de caer.
Confiando en que sea el peso de mi corazón lleno de amor
Lo que me devuelva a la tierra para nutrir las semillas de mi paso.

¡Qué cambie mi cuerpo! Que cambie.
Que muestre al mundo la riqueza del alma que lo habita
y se pinte de colores con el pincel de la sabiduría.
Pues cada mancha y cada pliegue son trofeos ganados
En el acertijo de la efímera existencia.

Hay un secreto que las madres

llevamos escondido aquí

en el lugar que dio vida a otras vidas.

Es algo parecido al miedo,

que se mueve del vientre al corazón.

Miedo que es ofrenda de amor.

 

¡Como dejar ir lo que nació amarrado a nuestro cuerpo!

 

Descubrir que amar es

ayudar a conquistar la libertad.

Aceptar que nuestra manta

no alcanzará a cubrir para siempre

los pasos que se van alejando.

 

Y es que en la alegría de verlos a ellos crecer,

se cuela un pedacito del temor

que viene a latir en este sitio,

donde antes latieron sus corazones.

 

Sí…hay un secreto que las madres

llevamos escondido aquí,

en el lugar que dio vida a otras vidas.

Es algo parecido a la nostalgia,

que se mueve del vientre al corazón.

Nostalgia que es ofrenda de amor.

 

¡Como soltarse de quien un día nos cargó amarrados a su alma!

 

Descubrir la fortaleza de nuestras propias madres,

coronarlas domadoras de los miedos.

Recorrer juntas el reino mágico de la maternidad y

enlazar las mantas en un abrazo de agradecimiento eterno.

Y es que tú y yo, somos cómplices del secreto más recóndito:

“Amar como una madre duele,

porque el cordón del corazón nunca se corta”

De Pauli con mucho amor para ti Mamá…2021

¡Ay vida! Lacerante cómplice del tiempo.

No hay cómo disfrutarte sin irte consumiendo.

¡Confiesa! qué pacto has hecho con el universo

que a veces un día no termina nunca

y luego una vida parece un suspiro.

¿Acaso tiene sentido llevar la cuenta?

Si lo único palpable es el presente.

Esa efímera y frágil porción de existencia

que abandonamos a merced de la memoria

¡Ay vida! Si padecerte tampoco te detiene,

Preferible entonces entregarse al devenir constante.

Bailar con el destino

Y entender que vamos viviendo camino a la muerte.

¿Acaso tiene sentido despreciar el sufrimiento?

Si el dolor es tan real.

Contrapeso necesario para no aturdirnos de alegría.

Tributo imprescindible para sabernos vivos.

 

Mi cuerpo fue testigo de sus primeros latidos.

Me susurraron directo al corazón el llamado del amor.

Celebré y declaré que eran mis hijos,

¡Míos! ¡Por supuesto …si yo los traje al mundo!

Mundo en el que mis brazos acomodaban la realidad

Al tamaño de sus pequeños cuerpos.

Y les bastaba mi pecho para vivir…y sólo eso…y nada más,

Pues sus fronteras terminaban donde alcanzaba mi mano.

Cómo quisiera a veces volver a esos tiempos,

Pero se me van desprendiendo con el vendaval de la niñez

y queda una brisa que alcanza para estremecer mi cuerpo

en el escalofrío de lo inevitable.

Que su mundo ya no cabe en mis brazos

y que no vinieron a ser míos.

Que a mi supuesto le faltaba la prudencia

Que concede la maternidad.

Entender que sus corazones llevan un trozo del mío,

que YO seré de ustedes para siempre,

porque el Cordón que nos une, no se corta,

ni en esta vida, ni en la otra, ni en ninguna.

¡Salgan a cazar la sensatez!

Iluminen el camino con el brillo de sus almas,

Sean dueños de su libertad y sepan que no son

De nadie…todavía.

Señora oscuridad

¿Qué la trae por aquí?

No ve que a mi no me gusta,

¡Incluso a veces me asusta! 

 

Si te vengo a perturbar,

Tú me has de disculpar,

sólo te pido un huequito

para quedarme un ratito.

 

Déjame pasar,

Y mi  historia has de escuchar.

 

Yo nací un día

cuando el sol se escondía.

La luna me acunó

y su magia me entregó.

 

Tú crees que soy oscura,

Pero un secreto te voy a contar,

Si yo no viniera a verte

¡No podrías soñar!

 

Yo te guardo todo eso,

que ha nadie has de contar.

Soy tu cómplice guardiana.

¡La Señora Oscuridad!

 

No sé por qué me temen,

si nada malo puedo hacer,

Más ¡Yo necesito alguien que

me quiera defender!

 

De las luces, de las velas,

linternas y candelas

que me hacen desparecer.

 

Ahora que me conoces

Amigos podemos ser.

 

Mientras cierras tus ojitos

yo cuido a tu alrededor,

que todo este igual que siempre

para cuando salga de nuevo el sol.

Cerré los ojos y al calor se abrió

el baúl de la memoria.

Parecía que el cálido sol de primavera

descongelaba mis recuerdos.

 

Ahí la vi,

puertita blanca,

manillita de bronce,

vidrios vibrando cual cascabel

anunciando la fiesta.

 

Pasillo empedrado,

paredes desgastadas de tanto habitarlas.

Bosquejos de infancia

dibujados con las campanitas

intensas de las fucsias.

 

¡Baldocitas rojas!

Escenario de tantas emociones,

testigos de risas,

cómplices de travesuras.

 

Acaso había algo mejor

que patinar bajo la lluvia

y dejar que el viento

nos despeinara de libertad.

Viento! Viento!

Sombra! Sol!

Risas…

 

¡Cuán poderosos!

 

Capitanes del universo

que cabía en la copa de un Damasco,

que se pintaba suave como

el rosado de un crespón,

intenso como la tinta de las moras,

blindado como el cascarón de las almendras

y revoltoso como la nevada

de un guindo en primavera.

 

Ecos de juegos,

Una ardillita traviesa,

Copos de ternura en la leche,

Botones de mil colores.

Y en una mesa, el mundo entero.

 

Calor de entonces, sol de hoy,

eres el mismo que tantas tardes

cobijó mi alma adormilada

por el olor a pasto recién cortado.

 

¡Era tan fácil distinguir la maleza

entre la perfección de la dichondra!

Era tan importante contar margaritas.

 

Y si volvemos a vender moras?

 

Mejor visitarte en un recuerdo y

recoger los secretos que

dejamos escondidos en tus

rincones crepitantes.

Llantos, risas, miedos, sueños…

Vidas que se han vivido.

 

No existe nostalgia por ti,

porque aún es primavera en la familia.

Más quizás tú sufres nuestra ausencia

 y por eso me visitas en sueños.

 

O tal vez un pedacito de nosotros sigue

correteando por tu piso encerado.

Disfrutemos el misterio, que se va el sol.

El viento fresco cierra la puertita blanca.

Hora de entrar

 

¿Alguien se quiere disfrazar?

 

 

 

Te amo así,

Con la misteriosa imperfección de las cosas hermosas,

en la constante inconstancia de la naturaleza.

Un amor diferente cada día, inmutable en el tiempo.

 

Te he amado siempre,

con la atrevida pasión de la juventud,

Desde la sutil ingenuidad de la inexperiencia

hasta la prudente conciencia de la madurez.

 

Te amo así,

En las tantas estaciones del amor,

Bajo un cálido abrazo, tras un frío silencio.

Te amo siendo feliz y también

a veces, sufriendo.

 

Algunos dicen que el amor duele

¡Pues cuán vulnerable nos hace!

Amar y depender de que nos amen

como queremos ser amados.

 

¿Y si la voluntad no es propia del amor?

¡Quién soy yo para decirte cómo amar!

Si creo tampoco te he amado como tú quisieras.

 

Más nos basta este amor incompleto.

Porque nada humano es infalible,

Nada real es invariable,

Respirar también nos va acercando a la muerte.

 

¿Y si el amor no fuera más que un dolor deleitoso?

Te amaré así,

Naciendo,

Viviendo y

muriendo muchas veces.

 

Te amaré así,

Cada día.

Con mi amor imperfecto,

tan real y tan  humano,

misteriosamente hermoso.

Naciste mujer

y con la primera mirada

te coronaron reina del amor.

 

Reina de un reino donde todo habita

Reina de un reino donde todo crece

Reina de un reino donde todo se refugia.

 

Naciste mujer

y ante ti se desplegó

copioso el destino.

Eres única, siendo tantas a la vez.

 

Cómo no perderte, mujer,

En el denso bosque de la vida.

Cómo distinguir tu estrella en el cielo

sin tener que soltar aquellos brazos

que se entrelazan en tu cuello.

 

Naciste mujer.

Y la fuerza de tu madre

se alojó en tu vientre.

La sabiduría de sus tantas,

Nutrió tu corazón.

 

Eres cómplice de la tierra,

Comparten los misterios de la creación,

Fluctúas como las aguas y las estaciones,

Mueres y renaces incesantemente.

Tu poder está en ver lo invisible,

Predecir el abrazo que sostiene,

Nombrar la palabra que calma,

Dar la caricia que sana.

 

Naciste mujer y estás aquí.

Viviendo.

Siendo tanto de otros.

Descubriéndote a ti misma.

 

Mujer, no existe otro tiempo.

¡Revela ya que eres de carne y hueso!

Muestra lo que te fortalece,

Déjate alimentar.

 

No necesitas una diadema para reinar,

Alza tu mirada,

Deja que caiga ese peso

y corónate con el nimbo

que te concede la luna.

 

Naciste mujer

Y eres tan poderosa.

Sólo busca en ti, con la magnífica intuición

que ofreces a los demás.

 

 

Escúchate, con la misma bondad,

Susúrrate lo que necesitas oír.

Sube tú a la cima del reino y confía,

cada cual llegará donde deba llegar.

 

Naciste mujer

Y hoy te vuelves a mirar.

Reina libre, sabia, feliz.

Que eres única, siendo de tantos a la vez.

 

 

 

 

 

Es mi deber salvarme
De esta tormenta
Invisible a los demás
 
Trate de flotar llevándote
En mi corazón,
Pero el peso me hundía
Cada día más.
 
He tenido que dejarte,
Te saqué de mi alma,
Y el vacío lo he llenado
De amor propio.
 
Quizás cuántas lágrimas serán!
Pero se atenúa el dolor
Cuando a cambio está
La libertad.
 
Las guerras, algún día, terminan.
Y quizás, los amores, también.
Hoy te regalo mi bandera blanca,
Que el rojo ya se ha derramado.
 
Elijo una tregua,
Elijo mi pacífica soledad.
Me rindo a lucha compartida
Sin estar segura quién perdió.



 

Escritos

ENCIERRO EN CUARENTENA

TEO CACHUREO

MI HERMANO ES UN SUERTUDO

A VECES LAS COSAS NO RESULTAN

Lola Ardilla

Lola Ardilla es una curiosa y optimista ardilla que habita en un bosque escondido al sur de Chile. Tiene dos inseparables amigos, Conejo y Gato Guiña, que la acompañan siempre en sus aventuras.

Aprovechando que es primavera en el bosque, los simpáticos animalitos emprenderán una osada búsqueda para encontrar la Flor de la Cascada, una flor mágica que tiene el poder de quitar el miedo.